LAS ORQUIDEAS



Sofisticadas y simples a la vez, las orquídeas tienen una belleza singular. Para cultivarlas en casa, hay que saber elegir la especie y qué cuidados brindarles.
Existen más de 30.000 especies de orquídeas en nuestro planeta y se encuentran en todos los climas excepto en los Polos y en los desiertos. Hay plantas litófitas, que crecen sobre rocas, pero la mayoría son epífitas, es decir, crecen sobre los tallos de otras plantas o sobre las ramas de los árboles, lo que les permite alcanzar mejor la luz en los frondosos bosques tropicales. No son parásitos, puesto que han desarrollado su propio sistema de alimentación por medio de raíces aéreas, en las que se deposita materia orgánica y pequeños elementos del aire y del agua de lluvia.
Majestuosas y fascinantes, sus flores llaman la atención por sus formas y sus colores. Es que esta flor tiene tres sépalos y tres pétalos. Los dos pétalos superiores son idénticos, pero el inferior, el labelo, se ha transformado en la estructura más llamativa de la flor, con sus propios colores, formas y tamaños que pueden ser muy diferentes en función de la especie de que se trate.
“Las orquídeas son plantas relativamente jóvenes, su historia se remonta a unos 50 millones de años atrás por lo tanto están inestables genéticamente, es decir, que muchas especies del mismo género o no, se pueden cruzar entre sí tanto en el medio natural como por el hombre”, señaló Gustavo Ogata, presidente de la Asociación de Productores y Cultivadores de Orquídeas de Argentina, “Hay un total de 1500 géneros, y cientos de miles de híbridos. La mayoría se encuentran en Asia con cerca de unas 15000 especies, le sigue América del Sur con 8000 especies, América Central y Australia con cerca de 1000 especies cada una, África con 2000 especies y Europa con 200 especies”.

La orquídea en casa

Mucha gente compra orquídeas y las lleva a su hogar con gran ilusión de ver la evolución de sus flores y el crecimiento de la planta. Pero grande  la  gran decepción cuando a los pocos meses la planta se seca, o no llega nunca a florecer. Pero la clave está en elegir la especie adecuada y seguir algunas reglas básicas para su cuidado. En primer lugar, conocer cómo debe ser el lugar que necesitamos para ubicar una orquídea. Como regla general hay que tratar de elegir lugares bien ventilados o con corriente de aire para evitar enfermedades y plagas.
“Se deben ubicar las plantas en lugares soleados en la época de otoño y de invierno, evitando que reciban el sol directo del mediodía y de las primeras horas de la tarde durante la primavera y el verano”, indicó Ogata. “Cuando decidimos cultivar una orquídea, lo más importante es conocer el requerimiento de esa variedad, por lo tanto debemos saber a qué género pertenece, así podremos informarnos si es para cultivo de exterior, o de interior y cuáles son los requerimientos de luz solar de esa planta. Esto sirve para elegir el lugar adecuado donde ella pueda prosperar. Igualmente, a diferencia de lo que se cree, no son plantas muy exigentes y además tiene un gran poder de adaptación”.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que sean plantas bien enraizadas, es decir que estén firmes en sus macetas, o si están montadas en tronco deben tener sus raíces adheridas a éste y deben ser de color blanco.Hay que evitar adquirir plantas a raíz desnuda ya que tardaran más en adaptarse.


Para cultivo en exterior se recomienda las plantas que pertenecen a los géneros cymbidium, dendrobium tipo nobile u oncidium, que pueden cultivarse todo el año en el exterior, siempre y cuando estén reparadas de las heladas, lluvias y sol directo del verano, en cambio si se prefiere cultivo en interior las más sencillas son las phalaenopsis y dendrobium phalaenopsis porque necesitan una temperatura mínima nocturna de 18 grados, por lo que en los meses invernales es indispensable proporcionarles un lugar luminoso y calefaccionado.

Los cuidados básicos

“El fundamento del cultivo de las orquídeas, como de cualquier otra planta ó animal, consiste en comprender cómo prosperan en su medio ambiente natural y cómo es posible reproducirlo de forma artificial”, señaló el especialista, “Todos los seres vivos son el resultado de millones de años de adaptación a circunstancias específicas de la naturaleza. Cada especie de orquídea habita en diferente ambiente, generalmente selvático, y es necesario comprenderlo y aprender a reproducirlo. Cultivar orquídeas es también un modo de comprender la naturaleza. Pero hoy gracias a los avances científicos en el campo de la reproducción de las orquídeas, estas plantas se reproducen en forma artificial en los laboratorios de todo el mundo, donde el hombre ha sabido hibridar diferentes especies en busca de la flor perfecta logrando variedades con gran poder de adaptación”.
“Hoy en día no hace falta ser un jardinero experto para poder cultivarlas”, aseguró. Para los amantes de estas plantas y que quieren tener orquídeas en su hogar. Se recomienda comenzar con los Cymbidium y Oncidium ya que pueden prosperar muy bien en cualquier patio, terraza o balcón, siempre y cuando estén reparadas del sol directo del verano y de las lluvias y heladas del invierno, y otras más tropicales como las Phalaenopsis y las Cattleyas que funcionan muy bien en un jardín de invierno o lavadero luminoso.
Se debe fertilizar cada 15 días desde el mes de septiembre hasta el mes de diciembre. Si se cultiva sobre troncos, en el verano se debe regar a diario. El trasplante debe realizarse en primavera, y sólo si hace falta. Este trabajo se hace cada 3 años aproximadamente, y para eso debe utilizarse sustratos livianos como la corteza de pino, para favorecer el drenaje del agua de riego.
La amenaza más común es el exceso de riego, generalmente por desconocimiento. “En este aspecto es importante diferenciar entre frecuencia y cantidad. La cantidad de agua suministrada debe ser siempre la misma, lo que varía es la frecuencia”, advirtió Ogata, “En todos los casos, no se debe regar demasiado seguido en los meses invernales, ya que se recomienda secar el sustrato entre riego y riego, pasando a regar de manera más frecuente a medida que aumenta la temperatura”. Para asegurarse de que sea el momento adecuado, lo más aconsejable es la observación: introducir un palillo o el dedo en la maceta para observar si es sustrato está seco. Obviamente también se deben controlar las plagas, pero éstas son visibles y detectadas a tiempo de pueden controlar.
Con estos cuidados las orquídeas pueden llegar a durar muchos años. Hay ejemplares añejos que ya están totalmente adaptados al lugar y son incluso de muy bajo mantenimiento .




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